sábado, 6 de noviembre de 2010

PostHeaderIcon AMAZONÍA: EL ÚLTIMO PARAISO DE LOS PECES


A solo 120 km del Pacífico nace sobre elevadas cumbres un curso de aguas gélidas. Es un proyecto de río, es el inicio del gran Amazonas, aunque todavía discurre tímidamente por su torrentera glaciar sin atreverse a llevar este nombre. Estamos en el Perú y faltan casi 6.700 km para alcanzar el otro gran mar, el Océano Atlántico. El Amazonas forma una inmensa cuenca del tamaño de Australia (mide más de 7 millones de km2) ocupando 1/3 de los territorios suramericanos y poseyendo ¼ de los bosques de todo el planeta. Posee unos mil afluentes, entre los que se hallan diez de los veinte más poderosos ríos del planeta, de entre los cuales, los más importantes por el Norte son los ríos Negro, Branco y Japurá, y por el Sur el Juruá, Purus, Madeira, Tapajós, Tocantins y Xingú.


En su nacimiento (en Perú) el río se llama Vilcanota, y así transcurre hasta la frontera con Brasil; desde ese punto hasta Manaos, capital del Amazonas, cambia su nombre por el de Solimoes. Y al unirse con el oscuro cauce del río Negro proveniente de Colombia, con el que transcurre sin mezclarse unos 6 km, el río pasa a llamarse, por fín, Amazonas.
Este poderoso brazo de agua dulce posee una importante concentración de especies animales y vegetales, siendo de por sí una de las más importantes reservas de naturaleza salvaje del planeta. Además, está poblada por unas 400 poblaciones indígenas y pertenece en toda su cuenca a 9 países.
Amazonas tesoro de la biosfera:
Tan importante tesoro de la biosfera debería ser defendido de todo mal por la colectividad mundial, pero desgraciadamente está sometido a explotaciones que la perjudican, como extracciones mineras (petróleo en particular) y tala indiscriminada de árboles que producen desde contaminación acústica por explosivos -la cual pone en fuga a muchas especies- a envenenamientos de acuíferos, incendios y una poco conveniente deforestación. Pensemos que, por ejemplo, las tribus indígenas están padeciendo enfermedades (como el cáncer) las cuales nunca antes habían conocido, y que son muchas las especies, de las cuales el Amazonas posee del 40 al 50% del total planetario (hay de 2 a 30 millones según Kishinami 1996) que se están viendo perjudicadas por la mala gestión de la reserva. Unas 27.000 están ya en peligro de extinción debido a la tala diaria de bosque selvático. Por fortuna ya hay políticas de protección destinadas a evitar males mayores.
Fisonomía del río:
Hablemos de la fisonomía del río, de aquéllas zonas biológicamente más productivas.
En toda su extensión se encuentran miles de pequeñas lagunas llamadas COCHAS, de composición diferente según su ubicación; muchas de ellas son antiguos meandros separados del canal. En períodos de inundación esas cochas y otros territorios, que en Brasil se llaman várzeas e igapés, son unidas unas con otras por las aguas del río, lo que facilita el movimiento de poblaciones de peces. En realidad, todo el Amazonas se transforma espontáneamente, perfectamente adaptado a esa intransigencia climática. No hay hecatombe sino simple transformación. Las especies se desplazan por todas partes, viajando en pequeños cardúmenes por el canal principal, y en grandes grupos por las playas ribereñas.
En las zonas de afluentes del medio y bajo Amazonas se dan las BAHÍAS FLUVIALES, semejantes a playas, son de una gran riqueza planctónica y ello concentra elevadas poblaciones de otros animales: peces, aves, reptiles, y mamíferos.
En período de crecidas también, y especialmente en cochas y ríos de aguas blancas, tan ricas en nutrientes, aparecen las PRADERAS FLOTANTES, aunque a veces tienen un crecimiento limitado por la acidez (pH inferior a 5), en realidad son islas flotantes o "camalotes", encontramos plantas de los géneros Paspalum, Panicum, Echinochloa, Cyperus, Pistia, Salvinia, Eichornia, Marsilea y Lemna. Tal llega a ser su densidad que en algunas zonas impiden la navegación. Bajo ellas la fauna es abundante a pesar del oxígeno escaso. Las poblaciones se adaptan a esa circunstancia. Por ejemplo, las más frecuentes son las Hoplias, Serrasalmus, Astronotus, Chaetobranchus, Satanoperca, Schizodon, Rhytiodus y Tetragonopterínidos.
Hay que señalar que el Amazonas no posee un tipo homogéneo de agua en toda su extensión, sino que se dan variaciones en su calidad en función de la composición de los territorios atravesados por el río.

Calidad del agua:
El Amazonas, llamado por los nativos "el Río Mar" posee aguas con un pH variable según las regiones de tránsito, y una visibilidad media de unos 4 metros de profundidad, también variable, como veremos. Más o menos desde la desembocadura hasta el nacimiento, se encuentran en primer lugar, aguas escasamente productivas, pero claras, provinientes de las zonas arcaicas del escudo brasileño, que atraviesan zonas tropicales de suelos rojos o amarillos, que no tienen grandes zonas pantanosas. Son aguas con niveles variados de acidez (entre 4.5 y 7.5 pH) de poca corriente y fondo de gravas diversas, que provienen de los río Tapajós y Xingú, entre otros, próximos a la desembocadura. Las aguas del Tapajós son verdes y su color se debe a la abundancia de fitoplancton. Su transparencia es tal que puede verse hasta 5 metros de profundidad.
También confluyen aguas negras en el Amazonas; son transparentes, pero oscuras y ácidas (pH inferior a 5) de baja productividad biológica, carecen de iones inorgánicos, casi no tienen nutrientes, y provienen del Río Negro y de sus afluentes y lagunas: se la ha calificado como agua destilada algo contaminada; transcurre mucho más arriba, hacia "las tres fronteras" (donde se unen Brasil, Colombia y Venezuela). Vienen de terrenos amazónicos bajos y tierras pantanosas, y es la materia orgánica en suspensión coloidal es la que le da el color oscuro. La transparencia permite ver hasta unos 2.5 mtrs de profundidad. El río Negro tiene profundidades que llegan a estar 60 mtrs por debajo del nivel del mar.
Las zonas de inundación blancas se llaman várceas, y las negras, igapós.
Aún en el margen derecho del Solimoes encontramos aguas turbias y blancas, con mucho material en suspensión, muy ricas en sales y nutrientes, como arcillas illitas y motmollirionitas, donde la visibilidad es inferior a veces a 20 cms.; estas aguas proceden de los Andes y bajan también de los ríos Juruá, Purús y Madeira (Brasil), decantando sus sedimentos en las llanuras. Su color varía del amarillo al ocre dependiendo de los materiales de arrastre, pero se llaman blancas por su densidad, similar a la de la leche; su valor de pH es neutro, en torno a 7.


Geodiversidad del río:
Entre la ciudad peruana de Iquitos y la desembocadura, unos 3.200 km más abajo, es donde mayor actividad humana hay. Es fácil la navegación río arriba porque la pendiente no varía más que 60 metros a lo largo de unos 2.000 km. En la desembocadura hay varias islas, la mayor de las cuales es Marajó, que es tan grande como Suiza, y cuyo canal más ancho mide unos 50 km de margen a margen, arrastrando tantos sedimentos que la mancha de color penetra el mar hasta unos 300 km de la costa.
El río Amazonas es navegable y no es de extrañar, dada su amplitud y profundidad, que en algunos puntos es superior a los 100 m Hay cruceros en buques de recreo que duran más de dos semanas, tan grandes son las distancias, y en algunos tramos, pueden perderse de vista las riberas, tal es la amplitud del cauce. Los buques transcurren por sus aguas y aparecen barcas que acuden al canal principal para desviar los pasajeros a los lagos adyacentes, así sucede en el lago Tefé, cuando los viajeros van a la ciudad de Tefé.

 
Un clima tropical:
La planicie amazónica transcurre a lo largo de Brasil, donde el clima es tropical, caliente y húmedo, con lluvias de diciembre a mayo, con una media de 31 ºC todo el año, las tierras son más o menos planas, lo que da una idea de lo quietas que son sus aguas.
Gran biodiversidad:
Sigamos hablando de la diversidad en cuanto a calidad del agua, hemos ido ascendiendo por el río y nos encontramos en la zona periandina: encontramos sedimentos de elevada toxicidad (como el Mercurio) en zonas de "relaves" de minas, especialmente en los Andes. En Perú el período de aguas altas va de diciembre a mayo, y en ese momento la diferencia de nivel en algunos puntos (como en Iquitos, ciudad) es de 12 metros. El territorio mojado se multiplica por diez.
El río Nanay se halla en el eje Iquitos (Perú) Nauta, el 40% del suelo es estéril, de arena blanca, aunque no deja de ser uno de los bosques más ricos en biodiversidad del planeta, esta contradicción se resume en que no es factible la agricultura, por ello se están experimentando otras fuentes de riqueza, como el ecoturismo, la fitofarmacia o las piscifactorías, en ese eje hay unas 200 Ha que, si se dedicaran a cultivar peces, abastecerían toda la cuidad de Iquitos y cubrirían sus necesidades anuales de pescado, unas 12.000 Toneladas. Las especies cultivadas son Pacos, Gamitanas, Sábalos y Bocachicos.
La mayoría de los peces salvajes se capturan en época de "vaciante", y algunas especies sólo en ciertos lugares, así sucede con el Arawana, que se pesca en el Tepiche (afluente del Ucayali), o las variedades de discos, de cuya ubicación ya se ha hablado. Hay otras que provienen de la cuenca del Orinoco, ya que en período de inundaciones, el río Negro se comunica con éste a través del Casiquiare.
Dice un mito local que los delfines rosa del Titicaca y del alto Amazonas provienen del Pacífico, de cuando el río desembocaba en ese otro océano, antes de que se levantara la cordillera de los Andes y cambiase el rumbo de las aguas. También encontramos hermosos manatíes, son junto con los delfines, los grandes mamíferos nadadores del río.


Grandes exportadores de peces:
El presidente de la Asociación de Exportadores de Peces Amazonia, Daniel Rejman, asegura que sólo en EEUU hay 24 millones de acuaristas, siendo recolectadas las 86 especies que permite la ley brasileña, entre las que se exportan más el pez angel (Pterophyllum scalare), el neón cardenal (Paracheirodon axelrodi), el Tetra azul (Hyphessobrycon sp) y los peces-lápiz (Nannostomus sp). Esto ocurre en Brasil, pero Colombia exporta peces más valiosos, lo que redunda en que el país colombiano se beneficia más, a pesar de tener un volumen de exportación menor.

Los mayores compradores son Holanda, Alemania, Hong Kong y Singapur: ellos posteriormente modifican genéticamente los peces para obtener ejemplares de mayor presencia acuarística, compitiendo de ese modo con los mercados locales, que carecen de la tecnología y recursos necesarios para modificar así las especies salvajes.
Especies de peces capturadas:
Los pescadores artesanales, llamados en Brasil piabeiros, son los más perjudicados, ya que apenas sacan lo justo para sobrevivir de la venta de peces ornamentales.
Los peces constituyen el 60% de la ración de proteínas animales de los ribereños, eso da una idea de lo abundante que es la pesca en aguas amazónicas. En torno a los puertos peruanos importantes (Iquitos, Pucallpa y Yurimaguas) se realizan labores de pesca industrial, con naves que salen a trabajar por períodos de hasta un mes. En Perú en realidad casi no hay consumo de peces ornamentales, apenas se llevan un 1% de las capturas para disfrute propio, entre ellos los más capturados para el comercio son el neón tetra o "piabo" (sólo una especie, el Hyphersobricon innesi), unas 30 especies de la familia Calíctidos, otros de la familia Carácidos, y como peces valiosos el disco, el escalar y el pacu (Metynnis sp.).


En general, en todo el Amazonas hay peces de forraje para otros peces, el más típico es el Prochilodus, un detritívoro. A costa de poblaciones como esa se llegan a formar los grandes monstruos del Amazonas, peces de más de 2 metros y 200 kilos de peso (el Valentón o Pirahiba -Brachyplatystoma vaillanti- supera los 250 Kg y los 3 m de longitud): el Arapaima gigas o Piracurú, el Zúngaro y el Pseudoplatystoma. Luego, en la desembocadura se pueden encontrar tiburones marinos, que penetran en el cauce buscando alimento. El paiche, o Arapaima gigas, está protegido de octubre a febrero, que es la época de reproducción, y también hay restricciones respecto al tamaño.
Por especies, de las cuales hay 2.400 catalogadas (y se dice que cerca de un 30% más sin catalogar) se dice que hay un 43% de caraciformes (típico pez de escamas, como las sardinas, bentones, pirañas, sábalos, doradas, etc) y un 39% de siluriformes (bagres, zapatos, simbaos, surubíes, etc.). Hay órdenes menos diversos como las rayas, anguilas, cuchillos, tucunarés y otros.


La familia menos importante económicamente, aunque nadie le discute la importancia ecológica, es la más numerosa: hay unas 400 especies de loricáridos, algunos de los cuales tienen salida como peces ornamentales.
De entre todos, los únicos que toleran alguna salinidad son algunos cíclidos y los poecílidos.


Se calcula que si la ictiomasa en el canal principal es de 0.2 grs/m2, en las zonas de inundación es de 160grs/m2. También hay que considerar el factor migratorio, hay especies que migran río abajo, y otras río arriba, la estrategia es aprovechar la riqueza en nutrientes de las aguas altas para los alevines. A este tipo pertenecen los Semaprochilodus, Brachyplatystoma, Pseudoplatystoma,Hemiodus, Argonectes, Psetrogaster, Goslinia, Curimata y Pimelodus. Río abajo migran unas 30 especies de Carácidos, entre otros, para aprovechar la riqueza de las zonas de inundación bajas.


Datos geopolíticos del entorno amazónico:
Las tres fronteras:
Es donde se unen en poco espacio los países Perú, Colombia (ciudad de Leticia) y Brasil (ciudad de Tabatinga).
Manaos (curso medio del río) y Belém (casi en la desembocadura):
Las dos ciudades más grandes de toda la cuenca, con un millón de habitantes respectivamente.
Resígaro, Jevero, Omagua, Arabela, Iquito, Taushiro, Iñapari, Ocaina:
Son 8 lenguas en peligro de extinción, de las 44 que se hablan sólo en Perú. En Colombia hay unas 70 lenguas indígenas y, con respecto a Brasil, hay discrepancia, se ven datos como que hay unas 200 lenguas indígenas en contraste con otros que hablan de 120 , vea algunas interesantes traducciones de vocablos en http://orbita.starmedia.com/~i.n.d.i.o.s/menu.html
Degradación ambiental:
Todo en el Amazonas está relacionado, por ello son contrarias a su naturaleza diversas actividades humanas:
Deforestación: como consecuencia directa, la deposición de sedimentos, e indirecta, el arrastre de tierras por las aguas. Se creyó tiempo atrás que la gran riqueza vegetal de la Amazonía se debía a la riqueza del suelo, y se deforestó con vistas a crear zonas de cultivos agrícolas, ahora se sabe que la gran fitoriqueza se autorecicla, vive de sus propia destrucción, y que el suelo es prácticamente estéril. También se deforestaron grandes extensiones para la industria maderera.
Las zonas se inundan y son invadidas por los peces, que hallan una gran diversidad y cantidad de alimentos, ellos contribuyen al transporte de semillas y propagan así la vegetación. Consumen los vectores de enfermedades del ganado (por ejemplo, caracoles o larvas de insectos con parásitos internos o parásitos en sí mismos), a su vez los excrementos del ganado son fertilizantes para la vegetación y contribuyen a hiperproducciones planctónicas.
La construcción de represas impide el tránsito de peces migratorios, y la caza de grandes reptiles (como los caimanes) favorece que peces depredadores como las pirañas (que antes eran alimento de esos reptiles) ahora depreden abundantemente sobre especies menores.
La minería y la industria petrolera, así como el desarrollo urbano, producen vertidos contaminantes en los canales, así como las peligrosas fumigaciones químicas y exceso de fertilizantes en agricultura.

 
Especies peligrosas:
Hay una serie de peces en el Amazonas con las que es mejor no encontrarse nunca: el Candirú (Vandellia), atraído por el olor de la orina y del amoníaco, penetra en el conducto urinario de los bañistas y se ancla en su interior con sus poderosos ganchos. La única solución pasa por visitar el quirófano. Con respecto a los otros peces, suele instalarse en las agallas de donde se alimenta succionando sangre.
La anguila eléctrica (Electrophorus electricus) es un potencial peligro, por las dolorosas descargas eléctricas, hasta 500 voltios, con las que caza a sus presas menores y se defiende de sus enemigos mayores.
La Raya (Potramotrigon) tiene en mitad de su cola un espolón altamente venenoso, que hiere en los pies a quienes osan pisarlas.
Las Pirañas (Serrasalmus) nadan en cardúmenes de cientos a miles de individuos en zonas tranquilas de relativa poca profundidad: los nativos que trasiegan con ganados solían echar un animal muerto al agua mientras cruzaba el rebaño, para que las pirañas anduvieran entretenidas mientras atravesaban el curso. Hay mucha mitología en torno a ellas, pero lo cierto es que tienen un importante valor ecológico, ya que depredan sobre los animales muertos de las orillas y limpian de especímenes enfermos o debilitados los cardúmenes de otras especies.

Los lagos amazónicos:
No se conciben como los lagos de otros lugares del mundo, que son simples extensiones de agua cercada con una sola salida o ninguna. Los lagos amazónicos son importantes porque forman una red de comunicación entre varios otros ríos y lagos, y tienen unas dimensiones extraordinarias. Además su biodiversidad es mayor que la del canal principal del río Amazonas, y sirven de refugio para bancos de peces de proporciones inimaginables; acogen a algunas especies que se trasladan en la estación seca a a sus profundidades, abandonando el río. Son espacios diáfanos que contrastan con la tupida selva, y en ellos se da la mágica ecuación -luz, calor y agua- que permite una explosión de microbios vegetales (fitoplancton) que constituyen la base de la cadena trófica del río.
En el río Tefé, donde se captura el pez Disco verde (Symphysodon aeq. aequifasciata) encontramos el Lago Tefé, donde hay una ciudad del mismo nombre, de menos de 100.000 habitantes y donde lo que se ve son aguas negras. Con aeropuerto, se halla en Brasil, sufre un invierno lluvioso (de febrero a junio) a pesar de la elevada temperatura sostenida durante todo el año, por sus aguas navegan CATRAIAS, unas canoas motorizadas que acuden al canal principal a recoger los turistas que viajan por el canal en los buques-recreo.
El lago Catúa, se halla bajando por el Solimoes, cerca del río Tefé, y cerca están el Anori y el Acara, de aguas negras.
El lago Coarí, enBrasil, tiene una ciudad del mismo nombre, famosa por sus frutas (el guaraná, la papaya, la piña, las guanábaras). Tiene unos 50.000 habitantes . A través de él se entra al río Urucú, donde hay labores de extracción de petróleo y derivados. Con aeropuerto.
No muy lejos se accede a los lagos Pucuara y Caiambé.
Del río Solimoes, de donde se obtiene el pez Disco azul (Symphysodon aeq. haraldi) son los lagosAnamá (Brasil) y Manacapurú (Brasil) con su ciudad de análogo nombre.
Es importante señalar si hay o no aeropuerto porque la Amazonía es una gran desconocida, y lo poco conocido tiene que ver con expediciones que han accedido a enclaves amazónicos mediante el transporte aéreo, y de los cuales han partido trayectos en barco. Algunas zonas se pueden recorrer a caballo por las orillas, o en canoa a través de las aguas, pero otras simplemente están inexploradas.
Hay miles de acuíferos en la cuenca considerables como lagos o lagunas, y sería imposible enumerarlos todos,pero hay que tenerlos en cuenta por su papel como comunicadores, como despensa de la humanidad, como parques naturales, como hogar de agrupaciones humanas con una riqueza cultural que no debiera extinguirse, y por su riqueza particular, ya que muchos de ellos poseen especies endémicas imposibles de encontrar en otros lugares del mundo.

 

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